Beatriz Viterbo, 2007
Había salido una recomendación de este título en no se qué revista hace un par de años. Cuando anunciaron el lanzamiento de una nueva novela, recordé su nombre y busqué el libro anterior. Debo reconocer que la literatura francesa contemporánea es de mi agrado. Particularmente, en lo que concierne a la narración urbana. Por eso decidí su lectura.
Este es un libro que plantea una dicotomía. ¿Cómo puede una pareja disociarse, de manera tal que mientras la mujer envía a su cónyuge a un viaje a la China – a encontrarse con un supuesto socio de ella-, que no es otra cosa más que un encubierto viaje de placer, se encuentre afrontando la muerte de su padre quien, por razones familiares y personales, habitaba la isla de Elba hacía varios años ya?
Existe un notorio contrapunto entre ambos esposos. Mientras ella –Marie- se pasa los días en un hotel, encargándose del funeral de su padre, su marido –quien narra la historia- anda de un lado para el otro en medio de China, corriendo sus propias aventuras, sobre todo nocturnas. Por momentos, me recordaba esos films de acción y violencia ambientados en Oriente, al estilo ‘Lluvia Negra’.
El desencuentro de la pareja es tan evidente que, en la escena del responso, donde sólo se conocen ambos cónyuges, con un montón de circunstantes alrededor –que sólo asistían a la misa habitual-, la soledad de ambos personajes es tan abismal que conlleva la ruptura en ciernes de la pareja. Por último, la secuencia final en medio del mar, el reencuentro de los protagonistas y el abandono hacia el llanto y la reflexión, me han parecido de lo más emotivo.
No hay una gran historia; más bien hay un relato de grandes soledades, incompatibles y penosas, entre dos que poco tienen en común y quizás ya nada para decirse ni esperar. La soledad, esa protagonista silente, se ha adueñado del escenario.
Ambientado contemporáneamente, el libro es fluido, ameno y se lee rápido. Sólo permite un par de meditaciones. ¿Hasta dónde se puede hacer frente a algo que ya dejó de ser significativo? ¿Cómo podemos decir adiós en circunstancias adversas? Una lectura para sacar provecho.