Navona, 2015
¿Qué
dispara una lectura? (Anécdota)
Me disponía a echar un vistazo al
correo en mi PC cuando mi pareja se sentó en el sillón vecino, encendió la TV y
sintonizó un culebrón de origen turco. Mi regaño por tamaña falta de delicadeza
quedó a medio concluir al fijar mi mirada en los turbantes que entregaba la
pantalla. Recordé la portada de este libro, apuntado hacía tiempo, y fui a
husmear en la Red por si había llegado a estas costas. Al día siguiente lo
tenía en mis manos y, dada su exquisita encuadernación, el tamaño de la fuente
impresa y la trama del contenido, decidí que sería el próximo en ser leído.
¿Qué
dispara una novela? (El elemento iniciador)
Arditi construye una fábula
memorable alrededor de un detalle acaso minúsculo: la inicial que lleva su
nombre en la famosa pintura El hombre del
guante, atribuida a Tiziano Vecellio, hoy en el Museo del Louvre, no se
corresponde con el resto de la firma. Se sospecha que uno de sus discípulos
podría ser el verdadero autor. El Turquetto sería ese discípulo.
Historia
Con un inicio original –el informe
de un estudio de espectrometría de fluorescencia de rayos X del cuadro, que
data de 2009-, Arditi teje una historia colosal alrededor de Elías Soriano, un
niño judío huérfano que aprovecha una ocasión para abandonar Constantinopla
debido a su pasión por el retrato, pues la Ley judía impide la creación de
imágenes, so pena de expulsión. Ambientada en el Renacimiento del siglo XVI,
migrará hacia Venecia bajo falsa identidad, donde aprenderá el arte de la
pintura de la mano del Maestro, se independizará y formará familia con una
veneciana, tendrá una amante judía y en pleno gozo de renombre y trabajo, las
rencillas entre las Escuelas Religiosas lo harán víctima de la Inquisición,
para que después de una confesión plena sea condenado a muerte en la horca. ¿Podrá
sortear ese destino?
Elementos
metaliterarios
Bajo el argumento principal, Arditi
expone el clima de intolerancia religiosa que desató la Reforma entre los
cristianos católicos; la vida en el ghetto
y el apego a las tradiciones; las envidias y disputas generadas por la
figuración y la opulencia en la corte veneciana, de vida hedónica y disipada. A
ello, contrapone la figura de su protagonista: un hombre simple, sin recursos, pero
con un talento natural prodigioso, a quien no marea ni el poder ni el dinero,
salvo su pasión por la pintura.
Apreciaciones
personales
Escrita en estilo ameno y coloquial,
esta novela histórica, con mucho de aventura e intriga palaciega que mantiene
la tensión hasta el desenlace, fluye rápidamente hacia un final emotivo. Un
grato descubrimiento de obra y autor.